Un cielo lleno de
majestuosas aves rapaces
Los observadores de aves se deleitarán con la diversidad de rapaces que sobrevuelan los valles. El águila real, auténtico señor del aire, domina las cumbres, mientras que el quebrantahuesos, apodado el «rompehuesos», desempeña un papel esencial en el equilibrio ecológico al alimentarse de cadáveres. Más abajo, en las zonas boscosas, podrá escuchar el discreto canto de la lechuza de Tengmalm o vislumbrar al pito dorsiblanco, especie rara y amenazada en Francia.
Los galliformes de montaña, como el urogallo y la perdiz nival, encuentran refugio en los bosques y páramos de altitud. Sin embargo, sus poblaciones son frágiles, y observarlos requiere paciencia y discreción.