¿Listo para vivir increíbles aventuras con tus hijos? Los Pirineos son el patio de recreo perfecto para sus pequeños exploradores. Toboganes de nieve, paseos en bicicleta, encuentros con animales o trepar por los árboles… hay algo para convertir cada momento en un recuerdo inolvidable. Embárquese en un viaje en el que los niños serán los héroes de su día a día.
Deslizarse, rodar y descender. Nunca hay un momento aburrido en los Pirineos.
En cuanto llega el invierno, es hora de ponerse guantes y gorros y lanzarse a las pistas de Bagnères-de-Luchon. Hay para todos los gustos. Ya sean principiantes o expertos, sus hijos encontrarán pistas a su medida. Los jardines de nieve son una forma divertida de aprender para los más pequeños. Con nuestros dos hijos mayores, Ilan y Micha, fuimos a las pistas verdes, luego a las azules (y para los valientes, ¿quizá a una roja?). Pero lo mejor del día fue la carrera familiar de trineos. Una pista, un trineo, ¡y a correr! Entre risas y «¡cuidado con la curva!», los niños quieren repetirlo una y otra vez. Créeme, acabarás el día con las mejillas coloradas, el corazón ligero y una sonrisa en la cara.
Cuando se derrite la nieve, ¡es hora de salir a la montaña! A nuestros hijos les encantan los patinetes todoterreno. De pie sobre sus patinetes, se dejan llevar por la velocidad en caminos sinuosos (¡con supervisión, por supuesto!). La bicicleta de montaña es otra gran opción. Puede lanzarse a la aventura por senderos señalizados, atravesando bosques y pequeños puentes de madera. Las estaciones de Luchon-Superbagnères y Le Mourtis ofrecen rutas para todas las edades y niveles.
Para una experiencia más suave, recomendamos un paseo en poni en el centro ecuestre. Es lo que solíamos hacer Micha, Ilan y yo cuando eran más pequeños. Ver a los niños acercarse a los caballos, hablarles, acariciarlos… ¡es mágico! Los más pequeños están orgullosos de «guiar» a su poni como auténticos jinetes. Un paseo a caballo por los Pirineos es también una oportunidad para descubrir la naturaleza de otra manera, disfrutando de la calma y la serenidad del aire libre.
Ser un aventurero en los Pirineos siempre crea recuerdos únicos.
Si a sus hijos les gusta trepar, correr y jugar a ser aventureros, les encantará el accrobranche del parque Pyrénées Hô. Los niños se colocan el arnés, se atan el cordón y se lanzan a la aventura. Puentes de monos, tirolinas, pasarelas suspendidas… Cada paso es una victoria. Cuando eran pequeños, a Ilan y Micha les encantaba divertirse en los recorridos fáciles. Ahora afrontan retos más difíciles. A Micha, que tiene 8 años, le encantaba «volar» de árbol en árbol en las tirolinas por encima de nuestras cabezas.
¿Te apetece una actividad más tranquila? Prueba el minigolf de Luchon. A los niños les encanta intentar el «tiro perfecto» para hacer un hoyo en uno. Cada uno tiene su propia técnica, y hasta los más pequeños pueden jugar. Si a sus hijos les encantan los animales, ¡diríjase a Aran Park! Este parque de animales salvajes, enclavado en plena naturaleza, ofrece la posibilidad de ver lobos, ciervos, osos y linces en semilibertad. Y el plato fuerte del espectáculo son las aves rapaces en vuelo. Levante la vista y contemple el vuelo de estas grandes aves. En la Cité des Abeilles, póngase las batas protectoras y descubra el fascinante mundo de los apicultores. Los niños contemplan las colmenas acristaladas y observan el trabajo de las abejas. ¿La parte favorita de todos? Probar la miel (por supuesto).
Y cuando llueva (o cuando le apetezca relajarse), acérquese al cine Le Rex de Luchon. Un cine a la antigua usanza, con cómodas butacas y una programación familiar. El ambiente acogedor atrae a grandes y pequeños.
Para un paseo tranquilo, diríjase al parque natural Les Jours Heureux. Aquí, el paseo se convierte en una búsqueda del tesoro. Los niños se convierten en pequeños exploradores e intentan avistar ciervos, ciervas y zorros. Provistos de prismáticos, lo anotan todo en su cuaderno de bitácora. Un verdadero momento educativo de calma y reconexión con la naturaleza.
Si aún tiene dudas, aquí tiene 5 buenas razones para venir con sus hijos: