Día 2 :
Tras las huellas de la historia en Valcabrère y Barbazan
A dos pasos de Saint-Bertrand-de-Comminges, el segundo día nos dirigimos a Valcabrère. Nos encantó por su tranquilidad y su encanto auténtico. La basílica de Saint-Just, en Valcabrère, es una auténtica joya de la arquitectura románica. Me impresionó especialmente la belleza de sus capiteles esculpidos, que cuentan historias que se remontan siglos atrás.
Continuando nuestro viaje, descubrimos Barbazan, un pintoresco pueblo enclavado en lo más profundo de las montañas. Este pueblo es el punto de partida ideal para explorar los alrededores. Para almorzar, tuvimos el placer de comer en un restaurante donde pudimos dejar las mochilas y disfrutar de algunas especialidades locales. No hay mejor manera de reponer fuerzas antes de continuar el GR86.